2º de Corintios 3:18 Así que todos nosotros, con el rostro descubierto, reflejamos la gloria de Señor como si fuéramos espejos.
El propósito de la adoración es cambiar el rostro del adorador. Esto fue exactamente lo que ocurrió a Jesús en la montaña. La apariencia de Jesús cambio, "Su rostro se volvió brillante como el sol." (Mateo 17:2).
La relación entre el rostro y la adoración es más que coincidencia. Nuestro rostro es la parte más publica de nuestro cuerpo y el área que menos se cubre. Es también la más reconocible de nuestro cuerpo. Dios desea tomar nuestro tostro, esta parte de nuestro cuerpo más expuesta y recordada, y usarlo para reflejar su bondad. Biblia Gracia para el momento.
¿Qué estas reflejando? ¿Estas reflejando lo que Dios quiere? Busca un espejo y enfrenta a tu reflejo.
No comments:
Post a Comment