¡Quién quiera vivir piadosamente para Cristo Jesús sufrirá persecuciones! Pero las personas perversas y engañadoras irán de mal en peor, seguirán engañando a muchos, y ellas mismas serán engañadas. Pero tú sigue firme en lo que has aprendido, de lo que estás convencido. Con urgencia predica la palabra de Dios; hazlo sea o no sea oportuno; corrige; reprende y anima con mucha paciencia, sin dejar de enseñar. Lleegará el momento en que la gente no querrá escuchar la sana enseñanza, sino que, guiada por sus propios deseos, se rodearán de maestros que le digan lo que desean oir. Por eso, tú mantente vigilante en todas las circunstancias, no temas sufrir, dedícate a la evangelización, cumple con los deberes de tu ministerio. Timoteo 3:12-14, 4:2-3,5
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